Nuestra educación centra su quehacer formativo en la búsqueda de un desarrollo integral de la persona: La excelencia, la libertad responsable, el discernimiento de la Voluntad de Dios, el servicio a los demás especialmente por la promoción de la justicia con los criterios de la fe y diálogo entre ésta y la cultura.
De acuerdo a los principios rectores de la educación un alumno se puede caracterizar de la siguiente manera: